domingo, 5 de diciembre de 2010








El Vesubio alzado ante la bruma

yo con la boca abierta

esperando la ardiente llamarada

el manto de ceniza

el aire irrespirable.

Quiero tu sangre negra

tu mansa destrucción

tus lenguas sólidas

tu terco avance infatigable al mar.

Dibujo mi cuerpo ante tu boca

me ofrezco a ti

coloso tras la hoguera

espero mansamente que tu furia acepte bendecirme

que tu ceniza haga de mí un vacío.


Necesito que arrases esta tierra.




julio-agosto 2009






1 comentario:

Luis María Sin Tierra dijo...

Ey!! ¿¿desgarrador odio al hombre-individuo?? ¿¿a la humanidad?? Esta Tierra será arrasada ... ya está siendo arrasada ... pero es más justo que fuera el Vesubio quien la arrasara.

Woola Clara, has sido la primera en leer mi blog creo ... lo actualizo pero no lo publicito jeje...

Tan poca experiencia tengo en el mundo bloguero que el otro día contesté a tu post en mi propio blog jeje ....

Whitman es emocionante. Es increible que confiara tanto en nosotros, su canto no está del todo completo sin la labor que a nosotros nos encomienda ... yo me emociono al leerlo. ¡Ánimo!¡Arriba!¡Debemos justificarle!