viernes, 29 de octubre de 2010

asombros (o esa era yo)



Desde el momento en que alzamos los brazos a los colores que se dibujaban sobre nuestras cunas, allá en lo alto; desde que comprendimos que bastaba con tener un juguete para salir corriendo a buscar otro; desde que sospechamos por primera vez que ni siquiera el tacto nos hacía poseedores de nada. Vivimos haciendo equilibrios en el hilo que une realidad y deseo.

"No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe."

Hay dos lados, en el mundo. Dos lados que se observan. Y estamos duplicados, y nos miramos fijamente de acá a allá, de allá a acá; y queremos cruzar. Porque este mundo estrecho envidia lo imposible, porque aquel amplio mundo envidia lo que ocurre.

"La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes."

Porque estamos extrañamente vivos y hay un motor extraño que nos mueve. Porque estamos vivos y lo queremos todo, todo lo deseamos. Todo, menos lo que ya existe. Es decir, todo.
Tántalo que tiene sed y apenas se inclina sobre el lago éste se seca. Tántalo que, hambriento, intenta alcanzar los frutos del manzano y el árbol se retira. Esa es la historia: hemos nacido insaciables y nada nos valía, y aún somos insaciables, porque aún estamos vivos.

"Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo."

Pero nunca iguales realidad y deseo, nunca iguales aquel mundo y este. ¿No lo ves?¿No puedes verlo, allí lejos, tan cerca?¿No escuchas a los dioses reírse? "Nunca conoceréis lo que es estar saciados", parecen susurrarnos. Y la tensión seguirá llevando al movimiento, y la carencia a la búsqueda, y el mundo entero seguirá girando al ritmo del deseo, todos de acá para allá, chocándonos como moscas contra las fronteras sólo por un segundo de falsa plenitud, sólo para poder dejar los equilibrios un instante, sólo para creer que ya está todo hecho, que no hay hambre, no hay sed, que ya no hay nada, sólo para creernos que los dos mundos han sido, en un segundo, uno.

"Aunque sólo sea una esperanza,
porque el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe."

O respuesta cuya pregunta nadie sabe. Qué más da. Mientras nadie conozca la respuesta, o mientras todos ignoren la pregunta, aún seguiremos vivos.





Guión radiofónico para Incontables, emitido el 21 de marzo de 2009.



lunes, 18 de octubre de 2010

"Si les mots sont malades, c'est a nous de les guérir", Jean-Paul Sartre


"[La crisis del lenguaje] no es, evidentemente, inherente al lenguaje. Ninguna condena pesa sobre el vocabulario. El mal que roe las palabras no está en las palabras. El Terror no existe más que para aquel que escribe. La crisis del lenguaje es un rechazo de lo real."

Georges Pérec, "Compromiso o crisis del lenguaje", Partisans, nº 7, 1962



lunes, 11 de octubre de 2010




después de la primera marca

un arañazo en la espalda del mundo

y del llanto limpio de la tierra

después del alfa tembloroso entre el tigris y el éufrates

después del uno desbrozado

del dos quebrado del tres inexistente

después del padre y de su hijo y de la muerte que anunciaban

de las bandadas de omegas oscuros

de los santos que heredaron la tierra

de sus hembras que no heredaron nada

más que sangre

después de jasón y de medea

después de los nombres gravados en las piedras

blancas pulidas por esclavos

después del sol agudo sobre el vértice

dorado de las ruinas

después de zeus júpiter

de plutón infierno


después de las esferas divididas

del aquí y el allí del blanco contra el negro

y el bien frente

ante

bajo

el mal

y el todo olvidado tras el todo


después del púrpura en los escalones del senado

después del rey y de su báculo

alzado en medio de la plaza

del mercado

después de las monedas golpeando contra el yelmo

de los cuerpos comprados al señor devueltos al señor

de los vivos bajo la tierra santa

después del sueño de la noche pesada

sobre el párpado cerrado del gigante

después del canto de los gallos al alba

y aún hogueras en el campo de flores

y en medio de la hoguera una hoja de metal

después del rumor bronco del hambre y de la peste

del hambre y de la peste devorando el pan de las ovejas

del hambre y de la peste y de su furia

sosteniendo el manto el peso del imperio

después del estallido de las luces

y del abismo azul que revelaban

después de la pangea

resquebrajada en tantos enemigos

en tantos fuegos fatuos tantos himnos

después de los campos de batalla

y del dolor

uno solo

y de la madre

una

que se abraza a sí misma para siempre


después del mundo nuevo

del metal de trompetas y la pólvora

y la paz y la química

después de su suicidio

a manos de los grises de una instantánea kodak


después del hielo

del rostro oculto por el cabello negro de los muertos

de los cuerpos tostados de las niñas haciendo arder las largas carreteras

de los sueños de los hombres de paja

después del último alarido

y del beso asfixiándolo con un

tranquila todo saldrá bien


después del monstruo

de antenas erizadas

después del estruendo de teléfonos

que despiertan las luces de neón

después de los furiosos zarpazos del cristal

de los últimos días del invierno


después de la señal de dientes en la carne

más allá de los cuerpos

del eterno temblor que se repite

a las mismas tres de la mañana

en cada vida nueva

después de las espaldas lavadas con azotes

del abrazo

del odio hasta los huesos

del amor

de la luz y la estepa y el aullido

después

del velo desgarrado

con un silbido blanco

entre el alfa y la omega




vendrán mil años de calma










miércoles, 6 de octubre de 2010



y no se puede escribir, creo, sin pasión, sin un interés absoluto y obsesivo por lo que se cuenta




sábado, 2 de octubre de 2010

crave



"She's talking about herself in the third person because the idea of being who she is, of acknowledging that she is herself, is more tan her pride can take."

Crave, Sarah Kane