Habito la huella
que tu cuerpo ha dejado en la nieve.
Quebrado el velo
el cristal se deshace cielo abajo
el gigante nos mira
mis manos en la ausencia de tus manos
mi calor que imita tu calor
el pulso doble y uno
el hielo reposado en la garganta.
Caerá el grito
el cisne cruzará la estepa
y nada quedará sobre la nieve.
Solo la huella -una-
del cuerpo en el invierno.
4 comentarios:
un placer leer estos versos
Un placer que sean leídos, de verdad.
Te leemos en pandilla, en Badajoz, en el sofá, entendiendo nada (Toto dixit), pero disfrutando de este poema en particular. Cuando vengo a esta casa y veo el seguimiento de tus admiradoras pacenses me pregunto qué estoy haciendo de mi tiempo.Kiko
hola soy mum. que chulo el poema! quien pudiera ser ruth y encontrar mi huella en la arena o en la nieve o en las hojas del otoño o en el cuerpo del otro. unica, no compartida.yo en el otro
Publicar un comentario