lunes, 16 de mayo de 2011

de aracne y palas o para qué sirven los maestros



"Encontré en Inglaterra a un niño que, un día, preguntó a su padre: '¿Saben los padres siempre más que sus hijos?'
- Sí, respondió el padre.
- ¿Quién inventó la máquina de vapor?, preguntó entonces el hijo.
- James Watt, dijo el padre.
- ¿Y por qué no fue el padre de James Watt quien la inventó?"


Bernard Blanc, Las metamorfosis de Ovidio



jueves, 12 de mayo de 2011

el loco, el amante, el poeta


"THESEUS: More strange than true: I never may believe

These antique fables, nor these fairy toys.

Lovers and madmen have such seething brains,

Such shaping fantasies, that apprehend

More than cool reason ever comprehends.

The lunatic, the lover and the poet

Are of imagination all compact:

One sees more devils than vast hell can hold,

That is, the madman: the lover, all as frantic,

Sees Helen’s beauty in a brow of Egypt:

The poet’s eye, in fine frenzy rolling,

Doth glance from heaven to earth, from earth to heaven;

And as imagination bodies forth

The forms of things unknown, the poet’s pen

Turns them to shapes and gives to airy nothing

A local habitation and a name.

That if it would but apprehend some joy,

It comprehends some bringer of that joy;

Or in the night, imagining some fear,

How easy is a bush supposed a bear!


HIPPOLYTA: But all the story of the night told over,

And all their minds transfigured so together,

More witnesseth than fancy’s images

And grows to something of great constancy;

But, howsoever, strange and admirable."



W. Shakespeare, A Midsummer Night's Dream, Act V, scene I





"No hay nada que los dioses soporten tan mal como la palabra...



... Quizás porque los dioses no saben hablar.
Matan al hombre por una palabra o le transforman para arrebatársela. Lo paralizan en árbol o en roca; definitivos, sin historia. La palabra permite vivir más allá del tiempo, la palabra amenaza la eternidad de los dioses. Son unos brutos sin apenas cerebro, han aprendido el suficiente lenguaje terrestre como para comprender la blasfemia, el desafío, el grito de libertad, pero no saben responder. Los dioses no responden nunca a nuestras palabras con otras palabras. Si escuchan un rezo y lo consideran digno, hacen un milagro, es todo lo que saben hacer. En cuanto a los sentimientos, pueden sentir vanidad, despecho, furia, rencor, que se convierten inmediatamente en demostraciones de fuerza. No sienten piedad o comprensión, no hasta el punto de responder con una palabra que reconforte o que ayude. Dios es un tipo tan grosero que no ha accedido aún al orden de lo simbólico."


Bernard Blanc, Las metamorfosis de Ovidio




martes, 10 de mayo de 2011

Cold in hand blues



"y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo"


Alejandra Pizarnik



lunes, 9 de mayo de 2011

biblias o la vulgaridad del Rayuel-o-matic



El Rayuel-o-matic marca el 61:

"Nota inconclusa de Morelli:
No podré renunciar jamás al sentimiento de que ahí, pegado a mi cara, entrelazado en mis dedos, hay como una deslumbrante explosión hacia la luz, irrupción de mí hacia lo otro o de lo otro en mí, algo infinitamente cristalino que podría cuajar y resolverse en luz total sin tiempo ni espacio. Como una puerta de ópalo y diamante desde la cual se empieza a ser eso que verdaderamente se es y que no se quiere y no se sabe y no se puede ser."


La eficacia del Rayuel-o-matic no sorprende ya a nadie. Sí lo hace, hoy, su capacidad nueva para la ambigüedad. Aunque si se le pide a un libro ser la Biblia bien puede salir con el Apocalipsis.


martes, 3 de mayo de 2011

"Donc la Nature est Nouveauté"



"Ce qui transforme la nature (la donnée primitive), c'est peut-être bien la nature elle-même, qui serait devenue meilleure, on ne sait comment."*

Bernard Blanc, Les métamorphoses d'Ovide



*"Lo que transforma la naturaleza (el sustrato primigenio) es quizás la naturaleza misma, que se habría convertido en algo mejor, no se sabe cómo."

aretusa




"Así asediada, un sudor frío cubre mis miembros y gotas caen azuladas por mi cuerpo; allí donde poso el pie de su arroyo mana un lago y por mis cabellos se extiende el rocío. En menos tiempo del que hace falta para contarlo me veo transformada en manantial. Pero el río, que reconoce en esas aguas su deseo, deja su apariencia humana y vuelve a sus corrientes para mezclarse en mí, conmigo."

Ovidio, Metamorfosis, Libro V, Aretusa