martes, 8 de julio de 2014

Champán para los supervivientes


There should be stars for great wars like ours.

Sandra Cisneros, “One last poem for Richard”




La lavadora no ha vuelto a estropearse

–el día que te marchaste, recuerdas, 
el agua sucia inundó la cocina
como si ella también hubiera dicho
al carajo–
mañana vienen a arreglar la persiana
el geranio 
no sé si por estupidez o por venganza
sigue vivo. 

Los huéspedes
apenas encuentran diferencias 
y nadie ha reclamado
tu pintalabios en las toallas limpias
ni los pelos de gato
ni el desorden. 

Habrá cuerpos
botellas de alcohol
lentejas en invierno
otros vecinos
y todo dará igual. 
Siempre da igual, eso me está matando, que dé igual. 



El mundo no acierta a terminarse
y el dolor es una tibia glosa a nuestra guerra. 

2 comentarios:

Violeta dijo...

El via crucis de la cotidianeidad. terriblemente palpable y sufrible. Tremendo poema. Precioso espacio el de este blog.

Clara dijo...

Gracias todas, y perdón por la tardanza.
La cotidianidad es más roma que un via crucis, nos guste o no.
Qué suerte que leas, que leáis.